Vamos a follar que mi marido no se da cuenta
- 1963
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Las reparaciones en una casa son un problema que causa muchos divorcios en estos días. Antes era sencillo, no había tantos aparatos que reparar y un hombre podía vivir en paz en la selva mientras cazaba la cena. Sin embargo, aun siendo un posible conflicto, esta mujer logra resolverlo y mantener su hogar intacto. Al menos en cierto modo. Porque cuando el fontanero repara la gotera, ella aprovecha de ponerle el culo en la cara. —Vamos a follar que mi marido no se da cuenta—, le dice mientras le hace una mamada de polla. Oferta que este tío no puede rechazar ya que obviamente, un coño caliente es algo que no se puede rechazar en estos días.