Dos lesbianas latinas se comen el coño en la piscina

Pensó que sería un día en el que él se la pasaba halagándola y ella, esquivando para mantenerlo interesado. Pero resulto ser todo lo contrario y no tuvo que gastar energía en palabras, porque tuvo una tarde a solas con ella, y no pararon de follar. Porque la rubia, también tenía muchas ganas de comerse su polla y luego que le hace una mamada, ya no hay marcha atrás, todo está claro y ahora, solo tenía que ponerse manos a la obra para disfrutar todo lo que pudiera de su coño. Y el tiempo lo tenía, las ganas la tenía, solo faltaba que lo hiciera. Y lo hizo como cualquiera en su lugar.