Taladrando el jugoso coño de una negrita

Ya estaba cansado de ver desfilar por la casa a todas esas chicas que buscaban a su hermana, solo que esta vez fue diferente. Abre la puerta y ve a esa tierna negrita que entra sin que se lo pidan, luego de sentarse en el sofá y contarle algunas cosas que él no pudo escuchar porque estaba pensando como podía hacer para metérsela, ella misma se acerca a él y empieza a hacerle una mamada de polla. Luego que la ve bien firme, el tío pudo estar un buen rato taladrando el jugoso coño de la jovencita y fue un polvazo que pudo echar. Ella parece que también la paso bien y solo espera que vuelva otro día.