El coñito rosado de la rubia aguanta una polla gorda

La felicidad se puede sentir hasta cuando no se está haciendo nada. Solo mirar puede significar tener esa satisfacción de ver como la persona por quien sientes ese gran amor, es feliz. Y es lo que le pasa a este chaval. Que sonríe viendo a su hermana con una polla negra en la boca. Sabe lo mucho que le gustan a ella los tíos negros y además, mientras más grandes mejor. Entonces no puede dejar de sentir alegría mientras su coño es embestido violentamente y ella, grita de placer. Es algo que no se puede explicar, hay que verlo para poder entenderlo y es lo que este chaval hace.