Sabe que el entrenador se está follando a su esposa

Abre la puerta y saluda: “Buen día”, amablemente como si nada supiera. –Buenas caballero, ¿esta su esposa? Soy el entrenador–, le dice el hombre que entrando mira a todos lados como si antes no hubiese estado ahí. Pero ambos –en secreto– saben lo que está pasando, solo que no hablan de eso. Al final del pasillo se ve como la esposa se acerca para recibir al entrenador, es la hora de hacer lo ejercicios y su marido sin cerrar la puerta, abandona la casa. Él sabe que ese hombre se está follando a su esposa, pero prefiere que alguien lo haga en la seguridad de su casa a que salga a correr peligros en la calle.