A cuatro pata con la vecina prostituta

Es de entender que el mundo se ha frivolizado y todo esta banalizado. Ya nada es sagrado y cualquier cosa se hace en base a los instintos más básicos. Sin embargo, nos creemos más racionales que cualquiera de nuestros ancestros. Y esto lleva a una jovencita de su edad, no conoce la posición más básica y tradicional a la hora del sexo. Esta es la primera vez que la putita está probando el misionero y está flipando al ver que tener contacto directo con su amante, desarrolla una especie de conexión mientras tiene una polla dentro del coño, que jamás conocerá en posición de perrito.