Métemela duro como tu hermano

Un buen día se da cuenta que en la familia, las mujeres llegan y se vuelven un poco zorras. No es que sea algo genético, ya que las que llegan al núcleo y no comparten la sangre, también sufren de ese defecto. O esa virtud, depende del alguno en que se mire. Sin embargo, siendo hombre y joven, no queda más que disfrutar de lo que la vida te ha dado. —Métemela duro como su hermano—, le dice su cuñada mientras él la está follando. Y obviamente, como tiene su polla dentro de su coño, no tiene otra cosa que hacer que darle bien fuerte mientras disfruta del panorama de sus tetas.