La tetona se manda un polvazo con el masajista

Ser rusa es un estigma. Porque todo el mundo piensa que una chica será puta y además muy fría a la hora de los sentimientos. Y la gente piensa eso porque es muy cierto. Sin embargo, eso no evita que esta chica tenga otro tipo de calenturas. Más carnales y menos emocionales. Porque ahora mismo la tetona se manda un polvazo con el masajista y para ella, es lo más cercano que tendrá al afecto. Porque así es como ha decidido vivir su vida. Meterse pollas en la boca que luego termina dentro de su coño y follar como una puta. Hasta que aparece la primera arruga, ahí quieren matrimonio.