La madurita rubia nunca se había comido un pollón tan grande
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Su calentador no funciona, no sale agua limpia del lavado y mucho menos cierran bien las puertas. Pero por suerte para ella se ha mudado a un vecindario donde las personas son muy colaborativas y además son honestas. No hay peligro de ningún tipo y todos están dispuestos a ayudar. Pero cuando le pide al tío negro que vive al lado que la ayude y este va, ella decide agradecer como siempre lo hace. Pero la madurita nunca se había un pollón tan grande en su vida. Aunque eso no evito que se la metiera completa en la boca y luego la gozara dentro de su coño.