La universitaria se le ofrece a un hombre maduro

Un mundo donde todos seamos iguales, es imposible. De esa forma, no habrá quien haga las cosas que tu como persona educada del primer mundo, no quieres hacer. Y eso deja en evidencia que todos somos importantes y necesarios. Como esta sirvienta que se deja follar sin tener que pagarle más dinero. Ella cree que es parte de sus obligaciones en el trabajo que tiene ahora y el chaval, ni corto ni perezoso le va a decir la verdad. Porque nadie en su sano juicio le va a decir siempre que pueda meter la polla dentro de un coño tan divino. Es algo lógico.