El vecino la penetra en la sala de lavado

No tener nada que hacer es uno de los castigos más grandes que puede tener una jovencita de estos días. Con tantas distracciones y tanto entretenimiento disponible, no están acostumbradas al aburrimiento. Por eso, cuando esta zorra esta aburrida, siempre quiere jugar con su polla. Y el chaval, sabiendo que él será el entretenimiento, no pone resistencia porque sabe que es inútil. Más aun, se queda tranquilo y deja que la putita le haga una buena mamada para tenerla dura y poder hacer que su coño tenga orgasmos más fácilmente. Porque es lo que más le conviene a él.