Un maduro que conoce en el parque ahora es su amante

Siempre lo vio y pensó en el tamaño que albergaba entre sus pantalones. Pero era no más que una suposición porque no tenía pruebas que pudieran sustentar su idea. Pero como todo en la vida, cuando las cosas quieren pasar, tienen que pasar y es cuando el amigo de su marido le muestra la polla y ella, no se atreve a rechazarla. La tiene en frente y es más grande de lo que pensaba. Así que toca hacerle una mamada y luego que la tiene bien dura, entonces el momento dicta que tenía que abrir las piernas para empezar a recibir esa buena follada que seguro se merece por tan buena mamada.