Compañeras de piso se follan en el sofá

Éste es el ejemplo clásico de que el roce hace el cariño, o al menos algo muy parecido como puede ser el placer sexual. Estas chicas universitarias comparten casa desde hace un año más o menos, por eso tienen mucha confianza la una con la otra, y el encontrarse desnudas por el medio de la casa es cosa normal en ellas. Pero el colmo ha sido cuando una de ellas ha encontrado el tanga de la otra en uno de los platos del desayuno, y ha tenido que echarle una bronca monumental, pero con un propósito oculto: lo que en realidad molesta a la negra es que la rubia xxx sea tan zorra que cada noche ande acostándose con un tío distinto y dejando la ropa por cualquier lado. Así, la bronca acaba convirtiéndose en otra cosa distinta a causa de la rabia y la atracción reprimida, y cuando las dos empiezan a comerse los coños en el salón, saben que ya no hay marcha atrás, y que ya nunca volverán a ser solamente «compañeras de piso».