Sin mucho que hacer en casa se deja follar por el vecino

No hay mucho que hacer, realmente. Es la vida de una mujer casada en Japón. Ella puede disfrutar del trabajo de su marido como dicta su cultura y también, puede tener mucho tiempo libre por todos los artefactos electrónicos que hacen las cosas por las personas y hasta habla la mayoría de las veces. Sin embargo, tampoco es que ella se pierda en el aburrimiento, porque al estar desocupada, entonces se deja follar por el vecino. El tío es jubilado y por eso también anda en la misma condición que ella y no puede evitar meter los dedos y la polla dentro del coño de alguien más.